El amor es un desesperado,
es un ansia colgando del péndulo del viento,
es un pozo sin fondo en un campo despoblado,
es laberinto y es letra y palabra mojada.
El amor es marisma que suda bochornosa,
arroz y trigo, paja y yerbajos,
es la semilla, y es el vientre, y es nido y huevo,
y el sol eclosionando negrísimo en sus ojos.
El amor es un tigre enjaulado,
tigresa en brama que ruge lastimeramente.
El amor es cópula de alientos y suspiros
pieles que se transforman en risas y gemidos.
El amor tiene forma y cuerpo, es todo y es nada.
El amor un poseso, un ratero mentecato,
se queda con tus versos, con tu sueño y tu cama
se vuelve olor y plasma, sudor y verborrea.
Se queda todos suyos los tonos de los parques,
les cambia el nombre,les pone dedos,
los torna tentaciones, pecados, pecadores.
El amor es un desesperado.
quiere poderlo todo, hacerlo, eximirlo todo,
pero no puede, ni hace, ni me perdona nada.
El amor viene basto, colado, glotón y harto
se derrama de orilla a orilla de mi cama,
me clava lentamente sus garras,
onza, tigre cebado, ala negra y zopilote.
El amor es un entrometido de puntitas,
desbaratando terco la noche y sus silencios,
para poner el reino de tu nombre,
sobre mis sábanas decoloradas,
y sobre mi cabeza y en cada pelo y gana.
Tu nombre de tortura y de gloria concentrada.
El amor es un verbo, un sentimiento hecho esfera
un papel arrugado, mula y emberrinchado
en el fondo del cesto de mi propia ansiedad.
Publicado en el suplemento Ágora de Diario de Colima el día 13 de junio
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